21 ene 2011

Por qué mi beba no usa aretes

Julia nació hace casi cinco meses. Lo que la gente hace es llevar al hospital su primer par de aretes para que le hagan agujeros en las orejas y (ta-rán), salga el andrógino ser con un rotulito de "soy niña" en los lóbulos.
Vengo de una familia de cuatro niñas. Sé lo que significa ser niña y muchos de sus matices. Mi hermana mayor todavía le reclama a mi mamá de que "la pelaba como hombre", así que entiendo esas sensibilidades. (Cosita mi hermana, de veras que en algunas fotos parece un maecillo).
Pero con eso de los aretes, no pude evitarlo. No voy a dar cátedra (igual no podría) sobre el tema de los roles culturalmente asignados pero sí voy a decir que, como mujer, en eso me siento agotada del "deber ser". Cuando se es bebé son aretes, luego nos dicen que las señoritas debemos cerrar las piernas (figurativa y literalmente) y luego nos meten a la cocina (ah y también a la U, ahora hay quer ser doña toda).
Yo también soy controlada por muchos de esos roles. Cuando estaba embarazada, Darío me decía en son de broma (léase súper en serio) que lo dejara a él llevar el carrito del súper (-¡mi amor, van a pesar que soy un inútil!). Y ahí íbamos demostrando que la tierra seguía siendo redonda y que el mundo era como debía ser. Encima: nunca saco la basura, me siento como Bree Van de Kamp cuando alguien me dice que lo que hice está rico y veo demasiados programas de cocina.
Pero trato de desafiar esos patrones a los que nos han sometido, aun si me benefician porque eso casi siempre significa que alguien más está en desventaja.
El día que Julia quiera ponerse aretes (sí, ya sé, es un hecho que llegará) ese día los tendrá. Eso no niega la importancia de preguntarse qué motiva una tradición (ponerle aretes es algo relativamente inocuo pero hay tradiciones violentas, invasivas y degradantes). No quiero agujerearle nada a mi hija de un día de nacida porque así se ha hecho siempre (o en palabras más comunes: ¡porque se ven lindísimas!). Quiero que si un día no quiere cerrar las piernas, no quiere cocinar o, aún más, no quiere vivir solo para los demás, sepa que puede hacerlo (con el reto que esto implica) y que tiene mi apoyo.
Sé que muchas mamás (¡y papás!) -que les ponen aretes a sus hijas- tienen sus propios métodos para promover que las cosas cambien a favor de las niñas y las mujeres. Lo que quiero decir es que no tengo nada contra los aretes, sencillamente, esa es la metáfora que uso para hablar de algo más significativo. Cada quién escoge contra cuál mandato absurdo le parece importante rebelarse para que su bebe no esté sentenciado a hacer algo, sencillamente, por haber nacido hombre o mujer.
Un buen amigo un día me contó una historia de una pareja progre, que invirtió mucho esfuerzo en empoderar a su hija y en educar a su niño para que se convirtiera en un hombre respetuoso, que pudiera vivir otro tipo de masculinidad. Resultado, según mi amigo: total desastre. Eran dos alienígenas (tipo ET, no Alien) en medio de un ejército de terrícolas.
Por eso es que nos tenemos que poner de acuerdo. Nuestras hijas e hijos alienígenas tendrán su pequeña comunidad en donde las mujeres no sean agredidas, malpagadas e invisibilizadas. Y donde los hombres puedan disfrutar de su paternidad, no deban ganarse la machitud a punta de encuentros sexuales y puedan dejar de llevar el carrito del súper.

Si les interesa el tema, hay dos cosas que quisiera recomendar. Una es este artículo del NYtimes sobre La Red Social (sísí, la peli sobre FB) que habla de cómo vivimos en un mundo "nuevo" plagado de los viejos vicios de género. La otra esta serie de artículos de The International Herald Tribune en donde se retrata el lugar de la mujer en la actualidad desde distintos puntos de vista culturales, sociales, económicos.


Comodín: Una foto viejita del cumple de una
amiga querida. Whoopies grandes de calabaza.

Ahora viene la publi. Es obvio que los whoopies no son un regalo para un 14 de febrero. Admitámoslo, los whoopies no son románticos. Si usted está loco por su novio o novia, andan de manita sudada y le tiene un osito de peluche con su colonia impregnada, los whoopies no son para usted. Pero si usted tiene un amigo con derecho, está con despecho, no le sale ni el cadejos, está casado y no va a hacer nada por limpio o porque tiene bebés que cuidar (cualquier parecido con la realidad...) entonces tal vez le interese que haremos un sabor especial del 1 al 15 de febrero: my bloody valentine.

¿Por qué hay una foto de pasteles en este post? Mejor lea: ¿De qué trata este blog?

8 comentarios:

  1. Hola Andre, primera vez que lo veo, pero me encantó!!! Ah si, y claro que te voy a encargar whoopies

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  2. Andre querida. Sos bella. Yo les puse aretes pero no las bauticé, y ellas no se han bautizado 20 años y más después. Si luego lo quisieran hacer que lo hagan, es una decisión propia.
    Beso.

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  3. Love it Andre!!! Down with gender stereotyping!
    Julia es afortunada de tenerlos.
    psd: Mi rebelión actual: "las niñas bien como tu son niñas de taxi"; en respuesta me compré una bici con motor eléctrico! Doble rebelión: social y ambiental!

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  4. Sofi: Apenas estamos comenzando con el blog, así que llegaste justo a tiempo.
    Negra: Y vos te pusiste el arete en otro lado, sos la pura chapa. jeje.
    María V: Wow, me encantaría hacer lo mismo. ¿Bogotá es una ciudad biciamistosa? Como pudiste ver aquí las posibilidades de andar en bici son pocas, de nuevo, sobre todo para las mujeres. Cuando tenía 17 un viejo me apeó de la bici por tocarme el trasero, cerca de mi casa. (Suspiro). Pero eso no me intimida, sino los carros y los camiones :S.

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  5. En mis tempranos años en la U(1998) apareció una francesa en sus 20´s sin aretes ni orejas perforadas, tratándose de una mujer europea estaba abierto a esperar algo atípico, así que acepté el hecho sin extrañeza.
    A partir de esa "revelación", razoné sobre la invasividad y mutilación que es el culto a los aretes tal y como lo mencionas en ésta entrada del blog.
    Grato es saber que Julia tiene una madre como tú.

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  6. Es raro que no dejemos a las niñas crecer antes de ponerles un adorno... Cuestiones culturales,pero como dije, esto es lo más inocuo, pero hay muchas otras tradiciones de las que debemos reflexionar.
    A.

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  7. Hola, esta muy buena esta entrada, a mí esto de los aretes me pasó de pequeña, y fue que cuando nací, mi mamá NO quiso ponerme aretes, sus razones eran que no quería lastimarme las orejas, que yo era muy pequeña y que no necesitaba aretes, que sabía que yo era niña sin necesidad de esos aretes, que quería que fuera más grande y así decidir si yo usaba o no...En fin me alegra mucho leer esta publicación, es la segunda persona que conozco que decide hacer esto :D creo que son excelentes papás!

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  8. Kimera, gracias por el piropo. Solo por curiosidad, ¿te pusiste aretes? ¿A qué edad?

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